¿Qué buscaban los ejércitos del Tercer Reich en Creta? ¿Por qué ha desaparecido de nuestro mundo el legendario Oricalco de los atlantes?¿Existió realmente el Rayo de Poseidón, ese catalizador de energía de magnitudes devastadoras que provocó el final de la Atlántida? Víctor Barrantes llegó a la Isla del Laberinto en plena guerra mundial.
¿Qué buscaban los ejércitos del Tercer Reich en Creta? ¿Por qué ha desaparecido de nuestro mundo el legendario Oricalco de los atlantes?¿Existió realmente el Rayo de Poseidón, ese catalizador de energía de magnitudes devastadoras que provocó el final de la Atlántida? Víctor Barrantes llegó a la Isla del Laberinto en plena guerra mundial. Una mujer lo estaba esperando para mostrarle a través de sus besos un laberinto aún más trastornador: como el rey Minos y su fabuloso Minotauro, como el enigmático Príncipe de los Lirios, como Fedra y Ariadna, los viejos dioses siguen encarnándose en las gentes de Creta sin que tengan conciencia de esta posesión. El mito revive una y otra vez, hasta el fin de los tiempos.
Tras el éxito de el Evangelio del Tíbet, Álvaro Bermejo nos propone un nuevo Thriller arqueológico centrado en una historia apasionante. La clave del Apocalipsis está cifrada en una Cabeza de Poder. Pero entre la guerra y la pasión un misterio se abre a otro misterio. En El laberinto de la Atlántida nos esperan los dioses terribles que fuimos. Sólo ellos saben que aquello que secedió ayer puede volver a suceder mañana.
Colección
PREMIO INTERNACIONAL LUIS BERENGUER
Código
2962513
I.S.B.N.
978-84-9877-465-8
Publicación
13/09/2010
Clasificación IBIC
FF
Formato
Papel
Páginas
584
Autor
Álvaro Bermejo Marcos
ÁLVARO BERMEJO nación en San Sebastián en 1959. Licenciado en historia Contemporánea y Antropología por la Universidad Autónoma de Barcelona, simultanea su labor literaria con colaboraciones en medios como El Diario Vasco o ETB. Desde 1999 es asesor del proyecto "Bajo la piel del otro", auspiciado por la Fundación Europa.
Como novelista, recibió en tres ocasiones el premio Pío Baroja del Gobierno Vasco. En 1995 obtuvo el premio Felipe Trgio con El juego de la mandrágora, y en 1998 el Ciudad de Salamanca con El reino del año mil (Algaida, 1999).
La coincidencia de "un estilo narrativo notable donde cada página invita a continuar" (Ricardo Senabre, ABC) con una "fantasía y una impecable erudición sabidamente vertida" (Antonio Baños, Qué leer) hacen de Álvaro Bermejo un narrador tan insólito como fascinante, "uno de los escasos novelistas vivos que aún consigue despertar mi interés" (Fernando Sánchez Dragó, El Mundo).
Con La piedra imán mereció por unanimidad el XXXIII Premio Ateneo de Sevilla.